¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta
Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
... es posible que
agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las
entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus
pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus
labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla
de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos
separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos
SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no
se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en
el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de
plástico
y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío
si hasta
siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué
venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
... es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
... es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
¡Qué precioso poema para festejar un día que nos tenemos bien ganado!
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Ana!!!! Espero hayas pasado bien tu día!! Un abrazo de oso!!!
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