sábado, 18 de junio de 2011

Cierta luz inclinada - Emily Dickinson

Hay cierta luz inclinada
en las tardes de invierno,
que  oprime como el peso
de los sonidos de una catedral.
Nos hace una celeste herida
No encontramos la cicatriz:
sólo una diferencia interna
donde se encuentran los sentidos.
Nadie puede enseñarle algo,
porque es el sello, la desesperanza:
una aflicción de realeza
que nos envía el aire.
Cuando viene, el paisaje escucha;
las sombras detienen la respiración;
cuando se aleja, es como la distancia
en la mirada de la muerte.

1 comentario:

  1. Es una traducción bastante buena, creo, a pesar de ciertos detalles que siempre se pierden. Gracias, saludos

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