martes, 17 de mayo de 2011

Llorar a lágrima viva... - Oliverio Girondo

Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

3 comentarios:

  1. Me encanta. Yo soy de las que lloran por todo y me quedo en la gloria.

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  2. Sí Ana, yo soy una llorona, como me dicen muchos... otros dicen que estoy condicionada por el signo zodiacal que, aparentemente se caracteriza por el llanto, jaja. Bastante me critican por llorar, muchos otros piensan que es signo de inmadurez. Yo, simplemente, creo que algo que aflora de esa manera, tan difícil de refrenar, que llega por distintas causas (alegría, tristeza, emoción, nostalgia...) no debe censurarse. LLoro y luego me siento liviana, menos triste, más animada, fortalecida, liberada..... Un abrazo Ana, mientras contengo una lágrima....

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  3. Pues uno de mis niños es Piscis y aunque ahora está un poco "blindado" (la adolescencia les empuja a aparentar lo que no son) creo que también será muy sensible. Claro que yo soy Tauro y llorona como la que más.
    Un abrazo.

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