Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencia,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo de tu llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencia,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo de tu llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.
"""Pero hace tanta soledad
ResponderEliminarque las palabras se suicidan""" me ha dejado pensando...
pasando por aqui a saludarte y avisarte k te he dejado algo en mi blog, ojala te guste y lo subas al tuyo!!!
bye bye bye!
abrazooooooooooosssssss!!!
Lo vi, y te lo agradezco, pero debo confesar que no sé cómo subirlo al mío. Dame tiempo para practicar y prometo subirlo. Muchas gracias!!!! Pizarnik siempre hace pensar, es una gran escritora. Un abrazo!!!!
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