Puedo ir y venir… Puedo la calma de un lago Y también la furia del viento. Puedo velar por tus sueños Y ser tu pesadilla peor, también puedo Puedo escuchar la melodía más dulce Aunque retumben trémulos truenos... Puedo callar, pero siempre prefiero gritar… Puedo perder más que ganar… Puedo pensar, y puedo ser libre Sin temer a la libertad.
sábado, 29 de agosto de 2009
Sin Fin - Mel
Al menos por hoy mi amor
no hablemos de la muerte.
Sólo por hoy no sintamos
que es parte de nuestra cotidianeidad.
Creamos, sólo por hoy
que pertenecemos al infinito,
que fuimos secuestrados por la eternidad.
Busquemos salir de este ahogo
que no nos permite
vivir estos últimos momentos.
Seamos como otros,
que viven sin sentir a la muerte
como a un tercero en discordia.
Pensemos, al menos hoy
que el fin sólo es de los otros,
y que a nosotros nos pasa por al lado
sin siquiera rozarnos.
Que nos encerraron en un laberinto,
pero uno que nada tenga que ver con la muerte,
del que se pueda salir sólo con vida,
y su salida sea la vida,
y sus paredes y sus vueltas y contravueltas,
y su premio sea más vida.
Mirémonos en un espejo.
Los espejos reflejan,
repiten hasta el cansancio,
mirémonos, entonces,
y veamos nuestras vidas reflejadas una y otra vez,
incansablemente, que así la muerte no podrá atraparnos.
No quiero que te mueras;
si con sólo decirlo pudiera lograrlo.
Tu muerte es mi muerte,
si hablás de una traes a la otra.
Por eso, no la nombres,
no la pienses, no la llames,
no sientas otra cosa más que este amor,
que al menos una vez
él venza esta infame batalla.
-Mel-
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