mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.Hay que atraparlos, también aquí
nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente.
Hay que aprender a resistir.
Ni a irse ni a quedarse,
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.
(de Gotán)
Aprender a resistir. ¡Qué bello consejo!
ResponderEliminarSí, hay que aprender a resistir...
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